Mostrando entradas con la etiqueta Ética. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ética. Mostrar todas las entradas

Ensayos de Enrique Campang

 
Enrique Chong Shing Campang Chang (1951-2025)

En memoria de Enrique Campang, con especial dedicación a sus familiares, amigos y alumnos, se presenta la siguiente compilación de sus ensayos.

Fue profesor en el Instituto Modelo y en la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, en donde se licenció como Psicólogo Clínico. Impartió los cursos de Ética y Psicología Social en la Facultad de Humanidades. También se desempeñó como Psicólogo Deportivo con atletas de alto rendimiento en el Comité Olímpico de Guatemala.

Sus intereses y conocimientos, amplios y profundos, abarcaron la biología, arqueología, antropología, sociología, astronomía, filosofía, teología. Le apasionaba la naturaleza, el cosmos y las cumbres -aun en sus últimos años frecuentaba a menudo el Volcán de Pacaya-. En su juventud también escribió teatro (quizá desde ese entonces empezó a captar y retratar algunas personalidades típicas como si fueran personajes de una obra). Tuvo la oportunidad de conocer numerosos países y culturas. Su pensamiento se nutría de todo ese bagaje.

No obstante, pese a su vastedad intelectual, sus escritos evitan el academicismo; desestimaba las normas APA y la fundamentación bibliográfica como garantes de rigor. Prefería remitirse a su experiencia y observación, cristalizadas en pensamientos creativos que luego plasmaba en lenguaje sencillo y textos breves con vocación pedagógica y humanista.

El siguiente listado es el conjunto preliminar de sus textos, que será ampliado progresivamente. Se invita a los lectores a volver a este sitio para conocer las actualizaciones: 

Cabrones, claveros y criminales


Guatemala, Marzo de 2016.
Autor: Lic. Enrique Campang Chang.

*Definiciones previas

Cabrón: Persona o animal que hace malas pasadas y resulta molesto. Persona experimentada y astuta.

Clavero: En Guatemala se utiliza para describir a una persona que hace escándalos o hechos vergonzosos sin pudor.

Por todas partes hay personajes que el lenguaje formal y refinado no logra retratar a cabalidad, pero que la centenaria sabiduría de la expresión coloquial o vulgar, franca pero no hipócrita si los describe, entre ellos el clavero y el cabrón, son personajes que pueden anticipar una conducta criminal, o dar pistas para su detección.

El clavero no sólo es un personaje escandaloso que llama la atención, es algo más específico como el que se comporta sin identificar o respetar las normas de conducta en determinado ambiente; el que socializa, envía mensajitos o sextea en clases; se distraen en misa; hablan en conciertos; ignoran, desconocen, atropellan, irrespetan las normas o costumbres establecidas del lugar. El clavero puede ser el que sin mala intención no está informado, el que pasa de una cultura a otra como el personaje fílmico Borat Sagdiyev de Kazakstán; a los cabrones como el villano Guasón en Batman con mil recursos para hacer el mal; o políticos, profesionales y empresarios reales.

Muchos personajes trágicos, funestos o corruptos de la historia como Nerón, Mussolini, Hitler, Ghadaffi, Roxana Baldetti y Compañía; como la mayoría de procesados por delitos, empezaron con fama de cabrones y terminaron como criminales. Otros son empresarios, banqueros, políticos astutos que ganan fortunas o las elecciones con amplio respaldo, tienen ascensos sorprendentes en sus carreras, seduciendo y engañando a las masas por sus cabronadas, abuso y prepotencia; más que por mérito y honradez. Son los que empiezan con el petit crime o pequeños crímenes robando en las tiendas a contrabandistas. coyotes, sicarios o tratantes de personas.

El cabrón por su lado puede conocer las reglas, pero se aprovecha de ellas, es oportunista; abusa de la confianza; puede ser muy popular, seductor, emprendedor astuto, que tiene muchos contactos y talento práctico para resolver problemas donde otros no se atreven; aun saltándose las barreras –trancas- morales y legales. Unos son conductores de vehículos, que en su temeridad y afán de presumir su machismo –chilerear-, llegan antes o causan accidentes, como varios pilotos de nuestros buses y motos.

Los sistemas altamente competitivos y rentables en lo académico, financiero, deportivo o político presionan a la tentación de violar las normas éticas. Unas empresas alteran sus estados financieros, la calidad de sus productos, hacen publicidad engañosa; los políticos retuercen las leyes para quedar impunes; en el deporte unos consumen drogas, se dopan, para aumentar su rendimiento y ganar patrocinios o medallas; el ciclista Lance Armstrong se mostraba arrogante por sus hazañas, hasta que se descubrió su fraude; él encaja en esta definición de Cabrón-criminal. Los fraudes en la FIFA y el doping en los Juegos Olímpicos son acción de quienes tratan de pasarse de listos hasta que son detectados.

A los que copian en los exámenes o plagian trabajos; los que ganan los cursos a base de chivos, alegatos y otros fraudes; contrario al espíritu de la ética académica que todo punteo, título o reconocimiento debe ser respaldado con aprendizaje y dominio de los temas. Los que ganan perdiendo, son cabrones pero se quedan tontos.

En las reuniones se escuchan quejas de que fulano de tal me hizo una cabronada (víctima de un cabrón), me estafó, se robó a mi mujer, mi casa, me hizo trampa. Es un abuso deliberado de confianza entre socios, amigos, familiares, que no encaja claramente como una falta civil o delito penal, queda en lo moral. Caen en un limbo en que no son absolutamente malos ni santos.

Algunos rasgos del cabrón aparecen como el Trastorno Anti Social de Personalidad (301.7) en el DSM 5 de la Asociación Psiquiátrica Americana de 2014. Ver Las ciencias penales no manejan a fondo los problemas emocionales. Lo que debe preocupar es cuando dan el mal paso, y cruzan la línea, en que un clavero o cabrón se convierte en criminal,

Cuando se analizan los antecedentes de varios episodios violentos, se puede notar un período previo de encabronamiento y hostigamiento, que puede pasar desapercibido, con los animales –abejas, perros, toros-, su pareja, en el trabajo, los amigos o en el gobierno; hasta que se da la gota que rebalsa el vaso, para dar paso a ataques, crímenes pasionales, altercados o revoluciones. En abril de 2015 el pueblo de Guatemala se encabronó de tanta corrupción de los politiqueros y salió a las calles.

El cabrón puede encajar dentro del Trastorno Ético Mental (E.C. 2011) que combina la violación de normas con trastornos de adaptación social, obsesión por la riqueza, lo material, egoísta, narcicismo o delirios de grandeza, sin respetar límites. No han superado la etapa infantil del capricho, el deseo de reconocimiento; sin el Súper Yo de auto control y poca conciencia de los demás, y de las consecuencias de sus actos. La dignidad de las personas, el bien común, la moral, la ley, no son cuestiones que les preocupen.

La sociedad coexiste con los claveros y cabrones, los toman como parte del folklore; y no hace juicios hasta que empiezan a irritar, afectar a otros. Es el molesto cabrón que abusa, se aprovecha, que causa daño; se lo cree como algo gracioso, poderoso, valiente; pero en el fondo es un(a) estúpido(a). Entonces mucho ojo con los que presumen ser muy cabrones en los negocios y la política; son de riesgo, sobre todo cuando se pasan de la línea.

“El que no comprende lo que es la inmadurez, la estupidez o la locura, corre el riesgo de quedar atrapado en su círculo”.

Dime de qué te ríes y te diré quién eres


Guatemala, Primavera de 2012.
Autor: Lic. Enrique Campang Chang.
La moral del sentido del humor.

La Biblia cuenta en Génesis 9:21-25 que Noé cultivó la vid e hizo vino que lo embriagó; al verlo su hijo Cam llamó a sus hermanos para reírse de él, en vez de ello, Sem y Jafet lo cubrieron con su ropa de manera reverente. Cam y sus descendientes de Canaan fueron maldecidos a ser siervos de los siervos.

La burla a Noé es la primera referencia al irrespeto a otros, al humor, a costa de la desgracia ajena y su dignidad; en esto caen los que practican en Bullying en los colegios, cuando el humor surge de la ridiculización por su aspecto físico, accidentes, raza, nombres o apellidos, religión, orientación sexual, condición económica, hasta el color de su cabello o ropa, por unas pretendidas aristocracias de los populares, bonitas, con dinero, atléticos, los bien vestidos, con carro.

La burla o la humillación puede tener efectos devastadores en la autoestima de personas que de por sí ya la tienen baja, y conducir al suicidio de la víctima por el acoso. No se marca la diferencia entre lo divertido y lo sádico. Me acuerdo de un grupito de compañeros de colegio especialmente crueles en sus burlas, yo fui uno de los afectados.

Los gatos ronronean y los perros sacan la lengua cuando están felices; sólo los humanos tenemos las risas perversas sobre la humillación o sufrimiento de otros, como los que se ríen de los Tres Chiflados, el Chavo del 8 o Jim Carrey.

Freud en su obra “El chiste y su relación con lo inconsciente” (Alianza Editorial, 1973) analiza chistes, proverbios, o frases en doble sentido que rompen con la lógica provocando la risa. Analiza los mensajes inconscientes de contenido sexual o agresivo. El chiste es una válvula de escape del inconsciente a lo reprimido.

Como actuación o para pasar un rato agradable, está bien reírse de un chiste o de algo cómico; pero cuando en la persona predomina la risa maliciosa sobre la desgracia ajena, hay que dar la señal de alarma de tendencias sádicas. La tolerancia al humor cruel, deja un mensaje ambiguo de aceptación de los actos violentos contra otros, en especial entre los niños y personas sin criterio maduro.

La risa es buena y saludable, estimula la secreción de endorfinas, dopamina y serotonina que causan bienestar en el cuerpo; retrasa el envejecimiento y refuerza el sistema inmune; en las personas maduras es producto de la felicidad propia o la de los demás, es la respuesta a algo agradable como el logro de metas o éxitos. Es el producto de la plenitud de vida, como la sonrisa de Nelson Mandela o Madre Teresa; en ellos se nota su calidad humana, en su risa agradable, madura y serena.

La tolerancia cultural al humor humillante puede salirse de control; o los denigrantes “bautizos o ritos de iniciación” en colegios y universidades. Los críticos de modas disfrutan ridiculizando a otros, como el programa de Joan Rivers, o se burlan de la vida privada y sentimientos en los Reality Shows

De la crueldad del circo romano, a la muerte de gladiadores y cristianos por las fieras que era motivo de diversión, a las cámaras escondidas que ponen en aprietos a las personas incautas; el boxeo, pastelazos en la cara y ciertas comedias juveniles. Todo para divertirse viendo sufrir a otros, incluyendo peleas de gallos corridas de toros, show de delfines, orcas y animales de circos. En 2009, Bolivia prohibió, los espectáculos y peleas con animales, sentando un precedente a nivel mundial.

Unos fomentan la auto ridiculización, en circos, espectáculos carnavales y unas manifestaciones públicas de la diversidad sexual. Condonan, aplauden a las personas que renuncian a su dignidad. Unos han establecido perfiles depresivos entre los payasos y comediantes cómicos, que han tomado el ridículo propio como último recurso para ser aceptados o ganarse la vida.

La burla es una expresión de la envidia de los que no pueden ver a la gente feliz con su pareja, trabajo, en la vida. Descalifican y critican a la gente buena, exitosa, destacada; le ponen obstáculos y "pelos en la sopa".

La diversión a partir del sufrimiento ajeno puede ser una descarga de desechos mentales (Teoría del Inodoro) de la hostilidad, celos o cuanta baja pasión. En las escuelas, estadios, fiestas, se pueden mezclar personas con tendencias vandálicas fecales, cuyo interés es más hacer M… a otros, que divertirse.

Quienes lo quieran justificar como inofensivo, están equivocados, No es maduro ni divertido. Esto puede tener como respuesta crímenes de odio (Hate crime) por discriminación racismo, homofobia, o tiroteos en escuelas, lugares de trabajo, o unos crímenes por soldados en África, Vietnam, Irak (cárcel de Abu Graib) o Afganistán. El problema moral está para el que lo fomenta, se presta para ello, como para el que se ríe.

La burla a Noé continúa hasta hoy en día, entre los descendientes de Cam, entre los que humillan, acosan y se ríen de la desgracia ajena; mientras que los de Sem y Jafet son los compasivos que respetan y protegen a los que caen en el infortunio.

Es cuestión de educar desde la niñez sobre la dignidad del prójimo, la diversidad humana, de reírse de lo bueno y de compadecer al atormentado De madurar en la calidad de la felicidad. Ríase de la felicidad, de la salud, las buenas cosechas, no de sus diferencias, defectos o desgracias.

“Nadie es malo porque quiere, sino porque no encontró a alguien que le enseñara a ser bueno”.

Madurez, divino tesoro


Guatemala, Mayo de 2007.
Autor: Lic. Enrique Campang Chang.

"Juventud divino tesoro,
¡y te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
Y a veces lloro sin querer".

Canción de Otoño en Primavera, 1905.
Rubén Darío, Nicaragua.

Estos versos del poema de Rubén Darío se citan para destacar el valor de la juventud. Yo quisiera tomarlos, para valorar otro gran tesoro de la vida: la madurez, cuando llega, deseamos que nunca nos abandone.

La juventud es un tesoro en cuanto a la belleza del cuerpo, la salud, la energía, la pasión, el mundo de la sexualidad y todo el potencial del futuro que se tiene enfrente. Es lo atractivo, es la época de las ilusiones, del desenfreno.

Mientras que madurez es saber comprender el sentido de los deseos, la sabiduría sobre lo que se hace y desea, es manejar límites. (Ello, Yo y Súper Yo de Freud). Es la persona que ha integrado exitosamente estos rasgos de personalidad.

La persona madura tiene la conciencia moral de hacer el bien y evita el mal (Sindéresis). La madurez es la clave del comportamiento ético social e individual. Es una adecuada combinación de deseos, emociones, conocimientos, libertad, justicia y autonomía. Es la gente que sabe tratar a los seres vivos, la persona, la pareja, el desconocido.

Los problemas humanos derivan en buena medida de la deficiente integración en lo emocional, cognitivo y prudente. La persona inmadura pocas veces mide la consecuencia de sus actos, y se deja llevar por las pasiones.

Poco sirven los sistemas autoritarios sobre las personas inmaduras; su energía se destina a la represión o al control, más que a la realización social libre y autónoma. La continua reparación de los daños que produce la inmadurez desgasta a la sociedad, la debilita o la lleva a crisis severas. En Guatemala el caso del machismo, las maras y el narcotráfico, son unas expresiones claras de la inmadurez

No me dejo impresionar por las personas ricas y famosas pero inmaduras quienes a pesar de su audacia, fuerza, fama o elocuencia; no dejan de ser infantiles en su maduración personal, no valoran el bien, hacen daño a la gente, y su vida es el resultado de una pobre en calidad humana. La megalomanía, el delirio de grandeza infantil, la ausencia de límites o la violencia, son actitudes inmaduras.

En la madurez se adquiere tolerancia, paciencia, prudencia, sabiduría en cuanto al salud dinero, amor y poder. Ya no se necesita tener de todo, y no se frustra por no tenerlo. La madurez lo lleva a uno a conformarse con poco; a tener relaciones en base a la confianza y al conocimiento. Se comprenden mejor los problemas y se sabe como enfrentarlos.

Unas personas terminan su vida pasando de la inmadurez juvenil a la decadencia senil sin haber madurado (Vida Talishte –de lo verde a lo podrido, sin madurar-). Hundidos en el alcohol, drogas, en los berrinches infantiles, actos de prepotencia, vanidad, causando dolor y sufrimiento a las personas en su entorno. Gente que no tiene el control en el manejo de sus emociones y las descarga al primero que encuentran. Muchos se excusan que la costumbre permite la conducta inmadura.

Unos pasan rápidamente del arrebato juvenil a la amargura de la demencia y el olvido, por no tener muchos recuerdos gratos de la madurez a que aferrarse.

Este es el drama de miles de personas que ven normal ser un adulto infantil; sin haber disfrutado el verdadero tesoro de la madurez. Su vida es una obsesión, un juego por competir, de acumular riqueza o prestigio. En la inmadurez no se logra la justa dimensión de la vida, ni del potencial humano.

El ser maduro lo lleva a ser como los buenos vinos o quesos, "mientras más pasa el tiempo se ponen mejores". Es un tesoro, un valor que fundamenta la verdadera civilización.

No se le quitan los méritos al valor de la juventud, porque el resultado de una juventud bien llevada debe conducir a la madurez. Y una vida madura, puede llevar también a una vejez serena.

Si uno interpreta al pie de la letra los versos de Rubén Darío, se creería que dejar la juventud es un lamento, un duelo, una pérdida; cuando en realidad es una etapa pasajera de la vida, existen otras que también son tesoros: la madurez y la vejez; libre de errores y arrebatos.

Las canas, las arrugas, o la disminución de la condición física no debe ser motivo de lamento, sino de aceptación serena, como ocurre en unas culturas orientales. La madurez y la vejez traen respeto, estima social y satisfacción. En cambio en occidente muchas veces es motivo de vergüenza o pérdida de la autoestima y marginación.

Entonces si me dan a escoger entre dos tesoros, la juventud o la madurez, sin lugar a dudas me quedo con la madurez, luego de haber disfrutado de la juventud. Es lo que da una vida tranquila, contemplativa, sabia, causando pocos problemas. Entonces adaptaría los versos de Rubén Darío de esta manera:

"Madurez divino tesoro
¡Has llegado para ya no partir!".