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Apuntes sobre la psicoterapia de Carl Rogers

  • La relación terapéutica es una relación personal, de persona a persona. Esto implica autenticidad en lo que respecta al terapeuta. 
  • El terapeuta es un compañero del cliente, una persona profundamente comprometida en una relación personal, despojada de casi todos sus atributos técnicos y científicos. 
  • Es un ser abierto al diálogo; su cualidad más importante es la autenticidad y transparencia de su persona. 
  • A diferencia de las demás relaciones, es terapéutica, y tiene un objetivo bien claro: promover el crecimiento del cliente. 
  • Para ello es preciso que el terapeuta realice ciertas acciones. Sin embargo, las acciones del terapeuta fueron consideradas como algo cada vez más secundario y relativo. 
  • Carl Rogers formuló una hipótesis sobre una relación terapéutica fundada enteramente en las cualidades personales del terapeuta. Estas se reducen a tres: 
    • 1. La congruencia: 
      • Para Rogers esta era la más crucial de las cualidades. Sinceridad, transparencia o autenticidad personal. Para ello son necesarios dos elementos: 1) La accesibilidad a la conciencia de todos los sentimientos del terapeuta. 2) La disposición a comunicar todos estos sentimientos con vistas a que la relación terapéutica sea auténtica y real. 
      • El interés del terapeuta es genuino. Salir al encuentro del cliente, es decir a entablar una relación “estrictamente personal”. 
      • Se pueden comunicar los propios sentimientos o experiencias en la relación, aun si son negativos. Pero no cualquier sentimiento sino que es preciso que sea persistente, cuando menoscaban la consideración positiva incondicional, o la comprensión empática. 
    • 2. La consideración positiva incondicional del cliente:
      • Significa que no se dan condiciones de aceptación ni sentimientos de “te quiero únicamente si eres de este o de aquel modo”. 
      • No evaluar. Poner dentro del cliente el centro o lugar de evaluación y de responsabilidad. 
      • Se compone en parte de tolerancia y de un cálido interés personal por el individuo, y en parte también de una ausencia de todo deseo de modelar o reformar al individuo. 
      • Respeto al cliente, a las actitudes que ahora tiene, y de la evolución de las mismas. Respeto al derecho del individuo a la autodirección y autodeterminación. 
      • La consideración positiva incondicional, cuando es comunicada, sirve para ofrecer un contexto libre de amenazas, en el cual el cliente puede explorar y experienciar los elementos más profundamente ocultos de sus í mismo más recóndito. 
    • 3. La comprensión empática del mismo:
      • Exige al terapeuta dos cosas: comprender al cliente y comunicarle tal comprensión. 
      • La comprensión empática es la disposición y capacidad de percibir el marco interno de referencia del cliente, tal como éste lo percibe. “Un sentir los componentes cognitivos, perceptuales y afectivos del campo experiencial del cliente, tal como existen en él”. 
      • Sin embargo, no es una plena identificación. Es un vivenciar los sentimientos del otro como si fueran propios. Pero sin dejarse llevar por ellos. 
      • No sólo ha de captar aquello obvio sino también aquellas experiencias sentidas únicamente de modo confuso y vago.

Referencia bibliográfica:

Gondra, J. (1981). La psicoterapia de Carl Rogers. Sus orígenes, evolución y relación con la psicología científica. Bilbao: Desclée de Brouwer.