"(...) quisiera disipar un malentendido bastante persistente, que identifica al perverso con un neurótico que goza con un fantasma de contenido perverso. Ya que, en efecto, todos los neuróticos sueñan y fantasean ser perversos sin nunca llegar a serlo. Si el neurótico vive fantasmas perversos, el perverso, por su parte, pone en acto concretamente dichos fantasmas, pero sin poder realizarlos. Si el uno sueña, el otro pone en acto el sueño hasta el fracaso. Por lo tanto, el perverso es aquel que realiza hasta el fracaso humillante el fantasma perverso del neurótico" (Nasio, 1998, p. 163).
Bibliografía:
Nassio, J. (1998). Cinco lecciones sobre la teoría de Jacques Lacan. España: Gedisa.