Siempre que se pregunta si las enfermedades mentales existen, lo que se quiere decir en realidad es si las enfermedades mentales existen como existen las enfermedades orgánicas. La respuesta en ese caso es no: los trastornos como el TOC por ejemplo, no existen como una entidad, como lo es el VIH, que es un virus. Pero ya no debería ser cuestionado que existen realmente alteraciones funcionales de la conducta y la mente, en las que intervienen factores ambientales y sociales, y en las que influyen en mayor medida las elaboraciones del pensamiento y los procesos psicológicos, no necesariamente ligados a alteraciones orgánicas.