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Descripciones personificadas de los trastornos de personalidad


  • Trastorno paranoide de la personalidad: "No puedes confiar en nadie". 
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad: “Soy excéntrico, diferente, raro”.
  • Trastorno esquizoide de la personalidad: "Puedes llamar a la puerta, pero no hay nadie en casa".
  • Trastorno histriónico de la personalidad: “Hazme el centro de tus atenciones”.
  • Trastorno narcicista de la personalidad: “Mis órdenes son tus deseos”.
  • Trastorno antisocial de la personalidad: “Haré lo que quiera cuando quiera”.
  • Trastorno límite de la personalidad: “Me enfadaré mucho si intentas dejarme”.
  • Trastorno de personalidad por evitación: “Quiero gustarte, pero sé que me odiarás”.
  • Trastorno de personalidad por dependencia: “Cuida de mí y protégeme”.
  • Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad: “No quiero equivocarme”.

Bibliografía: 

Millon, T. y Davis, R. (1999). Trastornos de la personalidad. Más allá del DSM-IV. Barcelona: Masson.

Breve descripción de la teoría de la personalidad de Carl Rogers


La personalidad comienza a configurarse a partir de la tendencia del organismo a la organización, a la experiencia y al crecimiento. Dicha tendencia es experimentada como impulsos y necesidades propias. A medida que se ejerce un control sobre dichos impulsos y necesidades se crea una sensación de ser un sí mismo, de tener control sobre el organismo propio, y de orientarlo hacia la satisfacción. Ese sí mismo se comienza a disociar del organismo en la infancia, cuando el niño necesita, además de sus necesidades orgánicas, de la aprobación, la consideración positiva de las personas significativas para él, para así formarse una autoestima, lo cual logra introyectando los valores de esas personas. Pero al introyectarse esos valores se da una incongruencia con las tendencias del organismo a la satisfacción de necesidades; el concepto de sí mismo se comporta y organiza la experiencia de acuerdo a ambas tendencias, la necesidad de consideración positiva y de satisfacción de necesidades, pero también de acuerdo a la percepción de sí mismo.

Gondra, J. (1981). La psicoterapia de Carl Rogers. Sus orígenes, evolución y relación con la psicología científica. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Apuntes sobre la teoría y conceptos fenomenológicos de Carl Rogers



  • La teoría de Carl Rogers es una teoría del cambio en la personalidad. Intenta explicar el desarrollo experimentado en la clínica. 
  • Carl Rogers propuso el concepto del sí mismo como factor primordial en la determinación de la conducta. Lo concibió como imagen fenoménica de uno mismo y lo dotó de una capacidad de reorganizarse. 
  • Es el concepto de sí mismo es una noción puramente fenomenológica. No es un agente interno como el ego freudiano. Es el concepto de sí mismo. Es el conjunto de percepciones o imágenes relativas a nosotros mismos. 
  • La estructura del sí mismo es una configuración organizada de las percepciones del sí mismo que son admisibles a la conciencia, tales como las propias características y capacidades, las metas e ideales, los conceptos de uno mismo en relación con los demás, las experiencias, los valores asociados a esas experiencias. 
  • Las características principales del self o sí mismo son: 
    • Es consciente: solo incluye las experiencias, percepciones conscientes, es decir simbolizadas en la conciencia. 
    • Es una gestalt o configuración organizada: es de carácter fluctuante 
    • Contiene principalmente percepciones de uno mismo así como también valores e ideales. 
  • Si el campo perceptual es el que determina la conducta, entonces el objeto de estudio primario para el psicólogo sería la persona y su mundo tal como son vistos por dicha persona.
  • Las personas no actúan únicamente a causa de las fuerzas externas a las cuales se hallan expuestas. Su conducta es consecuencia de su modo de ver las cosas. Nos alejamos de un peligro cuando creemos en su presencia, y lo ignoramos cuando desconocemos ésta. En este marco de referencia, la conducta es considerada como un problema de percepción humano. 
  • Para Rogers el inconsciente es lo que queda fuera del campo de percepción, no es algo del pasado sino es algo presente en calidad de "fondo perceptual". Las reorganizaciones del campo perceptual dependen del “nivel energético” de la “amplitud de la atención” y el “nivel de conciencia”. La atención es dirigida gracias a las emociones. Por ejemplo, en condiciones de intensa emoción, la visión se estrecha como si la persona estuviera mirando por un tubo. En tal caso, lo que sucede en la periferia no es percibido hasta que se restaure la “visión normal”.

Referencia bibliográfica:

Gondra, J. (1981). La psicoterapia de Carl Rogers. Sus orígenes, evolución y relación con la psicología científica. Bilbao: Desclée de Brouwer.