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La guerra psicológica y el rumor


Ensayo escrito por Enrique Campang Chang, Psicológo Clínico. Noviembre, 2004. Curso de Psicología Social de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.

Desde los tiempos del estratega chino Sun Tzu, que escribió en su "Arte de la Guerra", en el año 543 antes de Cristo, que el objetivo de la guerra psicológica es desmoralizar al enemigo, a modo de quitarle el deseo de luchar, y que la guerra militar violenta es el último medio a utilizar, y el menos aconsejable. Por lo tanto, recomienda a los estrategas que se concentren en la manipulación de la voluntad del enemigo por procedimientos no violentos, como el rumor.

El rumor es el arma principal de la guerra psicológica; y que es éticamente cuestionada en cuanto a que se basa en el uso del engaño y la mentira. El rumor no es violento; pero si puede provocar efectos más severos que las armas; puede producir cambios en la mente de una población, sin tener que accionar un fusil, o arriesgar las vidas de sus propios soldados.

El rumor se diseña en base a una combinación de elementos parcialmente verdaderos, con otros falsos. El rumor es atendido porque hay elementos evidentemente ciertos; pero que son deliberadamente mezclados con exageraciones o mentiras. Su objetivo es cambiar conductas colectivas; es de producir caos, agitación, temor o paralización de poblaciones enteras.

Las conductas que produce son a varios niveles; un nivel evidente, inmediato, que es la respuesta de miedo o inmovilización de las personas; pero a la vez busca cambiar el pensamiento y conductas a largo plazo; a provocar dudas en la confianza a sus líderes. En despertar simpatías hacia los invasores, que luego se presentan como liberadores. Que en vez de ser enemigos, se convierten por efecto del rumor, en amigos; para convertirse en "lobos con piel de oveja"

Una información verídica se dispersa por la vía racional; en cambio un rumor se dispersa por la vía emocional; entre poblaciones ansiosas, temerosas, confusas o inseguras. La alteración emocional de una población le permite al enemigo dominarla con mayor facilidad en medio de la obnubilación de sus facultades mentales. El Presidente guatemalteco Lucas García dijo una vez en un momento de crisis: "el que se enoja pierde".

Estos se lanzan en momentos de difícil aclaración; en lugares distantes o aislados; en fechas y horas no hábiles; donde sea imposible obtener aclaraciones. Cuando los medios de comunicación han cerrado sus ediciones; o los responsables ya no están en sus puestos de trabajo.

Los rumores mantienen su efecto, en la medida de que sean difícil la aclaración; a diferencia de una información verídica, esta mantiene su vigencia por tiempo indefinido. Los rumores son de fuente anónima; el generador jamás es identificado; nunca da la cara; o se le atribuye falsamente a una persona o institución de inspira confianza; mientras que las fuentes de las informaciones serias son fácilmente identificables.

Los rumores son utilizados cuando alguien desea alterar las relaciones de confianza hacia sus líderes; cuando se desea cambiar los vínculos de amor y odio entre las partes. En las relaciones de familias, entre novios, amigos, en el trabajo, las empresas o instituciones. El rumor es utilizado como medio, cuando no se tiene la opción del uso de la fuerza. Es meter cizaña o envenenar las relaciones entre personas con fines ocultos.

Según Sun Tzu, "la violencia, si no se usa, mejor, porque daña la tierra, las ciudades y a las personas". Lo mejor es cuando las ciudades abren sus puertas sin el uso de las armas. "Las guerras militares se pueden reducir en su duración y costos de vidas humanas y materiales, si se ha desarrollado una efectiva campaña de guerra de disuasión".

"Un buen general siempre defiende causas nobles y debe estar al servicio de un gobernante justo y sabio".

"Un gobernante que usa indiscriminadamente la fuerza para sembrar destrucción y terror a los pueblos sin agotar las vías políticas y no violentas, no puede ser justo ni noble".

La historia habla de la "Quinta Columna" en relación a la dependencia que tenía un General en su columna de infiltrados, encargados de la agitación y propaganda dentro de las ciudades; cuando disponía únicamente de cuatro columnas visibles y armadas, sitiando al enemigo desde el exterior. Los "Quinta columnistas" son los espías y agitadores disfrazados encargados de dispersar rumores y de sabotear las defensas del enemigo desde el interior.

Los efectos del manejo de los rumores pueden ser devastadores entre las personas y poblaciones. Se castiga a los inocentes y se premia a los villanos. Puede hacer que la gente le retire la confianza a los líderes para seguir a tiranos. Es una arma sucia e inmoral; cuyos riesgos no pueden ignorar las poblaciones nobles. Es por eso recomendable que la población comprenda cómo funciona; y luego inmunizarse; para que no sean víctimas de la guerra psicológica y los rumores. También se debe saber cuando uno esta colaborando en la propagación de rumores falsos; o se está prestando al juego de otros.

Un criminal, un político, un especulador o un invasor, puede lanzar una serie de rumores para alterar las relaciones de confianza y estabilidad social; para que en medio del caos, éste surja como un líder salvador de las víctimas. No es raro que en política se explote y exagere los problemas del terrorismo, la inseguridad, la pobreza o se especule; para que un candidato se eleve como la solución a esos males; y así obtener el voto emocional de una población poco educada e informada; víctima de pánicos creados. La guerra siempre es un mal que se debe evitar en la medida de lo posible. Y es el último recurso para la defensa de las causas nobles. No se puede justificar para la agresión y la imposición de lo innoble o lo inmoral

"Las guerras ocurren entre tontos; tontos contra sabios... pero jamás entre sabios".

E. Campang: Piezas de la violencia familiar


La violencia intrafamiliar es un problema real, cercano a todos; la conocemos en carne propia, familiares, amigos o en las noticias. Las víctimas son muchas y los ganadores ninguno. Es un proceso destructivo que deja secuelas entre quienes no se pueden defender.

La dinámica resulta compleja, como piezas de un rompecabezas. Así que estas son las que he encontrado a lo largo del contacto con la gente, personas que me han confiado sus problemas o relatos presentados en los medios de comunicación. 

Para el lector unas piezas le podrán parecer crudas o sorprendentes, sin embargo al recorrer el bajo mundo de la violencia familiar, se dará cuenta que son reales; y posiblemente falten algunas.

Las noticias no siempre presentan a cabalidad el cuadro de la violencia intra familiar, pasan por alto unas piezas. Al estudiar con cuidado la relación se pueden descubrir detalles importantes, que hacen que el escándalo de la violencia sea solo la pieza final de una serie de agravios. 

No se puede establecer con certeza estadística la frecuencia o combinación de factores. Lo que si es cierto es que se dan. La gravedad del caso depende de la cantidad e interacción entre las piezas.

Estas piezas también pueden producir estallidos de violencia en el ambiente laboral, escolar o social, sin los elementos de la intimidad sexual o familiar.

Las piezas de la violencia intra familiar pueden ser:

  • Relaciones inmaduras, formadas entre machos y hembras, niños y niñas emocionalmente, que responden a impulsos y no a la conciencia, ni sentimientos de amor. Visión infantil o ingenua de la familia, como algo divertido, nada en serio..
  • En parejas integradas precipitadamente por embarazo, deseo de fuga del hogar, los estudios o el trabajo; visión exclusivamente sexual de la relación sin amor ni madurez. Pánico a la soltería. Relación que depende del atractivo físico y la aprobación social. 
  • Poca comprensión del hombre de lo que es la mujer, y de la mujer de lo que es el hombre.
  • Exigencia de mantener de prácticas sexuales inaceptables para uno de la pareja, en formas y frecuencia. Considerar que la pareja es un objeto sexual, sin dignidad ni sentimientos.
  • Egodistonía, pretender amar a quién no se ama de verdad; homosexualidad encubierta; o amor falso por apariencias. Amores prohibidos. 
  • Conflictos en el manejo del dinero, gastos sin control, destino oculto del gasto. Incapacidad productiva; ausencia de prioridades, vivir una vida material alejada de la realidad. Crisis económica, 
  • desempleo, alto costo de la vida. Altos gastos médicos por enfermedades catastróficas o prolongadas. 
  • Insatisfacción de las expectativas de estabilidad económica, irresponsabilidad en el mantenimiento del hogar. Considerar que el cónyuge es una máquina de hacer dinero. Chantaje sexo por dinero. Gasto basura: gasto emotivo o impulsivo, sin relación a la realidad ni a la necesidad, gasto sin límites. 
  • Amenazas económicas en caso de divorcio, disputa por la custodia de los hijos. Alto costo del juicio por la separación. Intervención de abogados. 
  • Alcoholismo, consumo de drogas, conducta inmoral, malos ejemplos. Vicios, adicción a juegos, prostitución. 
  • Demandas sociales, acompañamiento forzado a reuniones incómodas con familiares políticos, amistades desagradables, incompatibilidad en actividades sociales o públicas. 
  • Conflicto moral, cultural, religioso; choque de valores. Descalificación, burla o agresión contra la identidad del cónyuge. Complejo de superioridad, racismo, intolerancia. 
  • Proceso de hostigamiento mutuo, humillaciones públicas, terquedad, oposición sistemática a la opinión de la pareja. Poner en duda la hombría del esposo, descalificación de su virilidad o feminidad como insulto. 
  • Deterioro del ambiente doméstico, suciedad, mala alimentación, desperfectos, falta de colaboración en las tareas del hogar, negligencia. Abandono del cuidado personal, niños descuidados, obesidad o desnutrición. 
  • Impuntualidad, desorden en el manejo del tiempo, falta de consideración de los demás, llegar tarde, dejarlos plantados. 
  • Descarga incontrolada de la cólera por acumulación de desechos mentales y resentimientos provenientes del pasado, trabajo o del medio. Respuesta violenta ante niveles insoportables de hostigamiento. Usar a la familia como inodoro o basurero mental. 
  • Acusaciones falsas o verdaderas contra el esposo en los tribunales, para meterlo a la cárcel, que luego se retiran. Uso de los familiares y la policía para agredir al cónyuge. 
  • Restricción de los espacios privados individuales dentro del hogar. Creer que su pareja es una sombra, que pierde su individualidad en la casa. Eso puede llevar a la fuga al trabajo, la cantina, los estadios o actividades fuera de la casa, como espacios alternos para recuperar el Yo prohibido en casa. 
  • Ambiente de susceptibilidad aguda, toda mirada, palabra o gesto, es considerado como hostil, y motivo de discusión o riña. Tener la piel demasiado delgada, desconfianza severa de los móviles del (la) otro(a); todo se supone que es con mala intención. Pérdida del sentido del humor, enojo permanente. 
  • Negativismo, obsesión por encontrar defectos, exceso de críticas y regaños, ambiente de recriminación permanente. 
  • Malos ejemplos no superados de los padres de la pareja, que se repiten. Lecciones no aprendidas del pasado. Repetición generacional de la violencia y abuso. 
  • Celos por falta de comunicación transparente, inseguridad en el afecto, temores de infidelidad. Juegos infantiles de competencia entre la pareja. Usar la infidelidad como castigo, para herir. Desconfianza total en la palabra empeñada. 
  • Agotamiento de la relación, aburrimiento, carencia de motivaciones para seguir juntos, pérdida de interés. 
  • Sentimiento de tiempo perdido por mantener una relación insatisfactoria y problemática. Opción a otras oportunidades de recuperar ese tiempo. Deseo de estar solo y reconstruir la vida.
  • Heridas al orgullo al ver que su pareja se interesa por otra persona. Celos y ofuscación de ver a su pareja con otro u otra. Descubrimiento in fraganti de la pareja con un o una amante.
  • No aceptación de la responsabilidad en el fracaso de la relación, todo es culpa de la otra persona. 
  • Codependencia, temor patológico a perder la pareja. Incapacidad de vivir solo(a). Terquedad de mantener la relación a pesar del daño que se causan entre ellos. No aceptar la separación bajo ninguna circunstancia. 
  • Obligatoriedad de mantener la relación, por la prohibición del divorcio, incapacidad de salir de una relación problemática por la indisolubilidad del matrimonio religioso. 
  • Presión social que ve mal a las parejas separadas. Temor a “que dirán”. Conservación de una imagen social de “pareja y familia perfecta....” a cualquier precio. 
  • Juegos psicológicos, trampas, engaños, actitudes infantiles, competencias, unas aprendidas en telenovelas o programas de televisión. Convertir al hogar en un espectáculo público donde todos pueden opinar, las decisiones se toman por los aplausos o chiflidos de la audiencia. Sustituir el diálogo privado por un show abierto. Exceso de opiniones de familiares, amigos o curiosos. 
  • Atacar a la pareja por sus familiares, amigos, relaciones del pasado antes de conocerse, celos. No aceptar el pasado del otro, aunque este ya no influya sobre la relación actual. No respetar el límite del pasado y el presente. Recriminaciones sobre ello. 
  • Juego de victimización; hacerse la sufrida(o) y exagerar la maldad del villano, búsqueda de un salvador. Violencia provocada para causar lástima. Presentación de una imagen tergiversada del conflicto. 
  • Crueldad y perversión en hacer el mal sin medir las consecuencias. Sadismo, venganza, destructividad., lesiones graves. Tormento. Placer por destruir a la pareja o hijos. 
  • Chantaje emocional con los hijos, usarlos como escudo en las riñas; amenaza de escándalo, bochorno, contárselo al jefe, al trabajo, a los amigos. 
  • Sensación de desesperación al estar encerrado en una jaula con el enemigo, sin poder escapar, y la única solución que le queda es matar, matarse o ambas.

En los casos de violencia contra los hijos se pueden presentar las siguientes situaciones: 
  • No soportar el ruido, desorden, juegos de los niños, castigos violentos para disciplinarlos, uso excesivo de fuerza. Destinatarios del desahogo emocional. 
  • Responsabilizar a los hijos por la mala condición económica o por la mala relación con su pareja. 
  • Comparaciones molestas entre hermanos, rivalidad. Riñas entre hermanos para obtener la atención de los padres. Celos por las preferencias de la madre por determinado hijo, o del padre por una hija. 
  • Rivalidad madre – hija. “No pueden haber dos reinas en el mismo panal de abejas”. Rivalidad padre – hijo. “No pueden haber dos gallos en el mismo gallinero”. 
  • En hogares hacinados, sin privacidad, consideran a los hijos como un estorbo a la sexualidad de los padres, los mandan a la calle, son agredidos o desterrados de la casa. 
  • El macho ataca a los hijos porque la madre lo rechaza sexualmente mientras los cría. Conducta común de los osos.
  • La hembra abandona, arremete, o mata a los hijos porque los hace responsables de la pérdida de su pareja. Le es más importante el posicionamiento de ser esposa de…. que ser madre de….
  • Enojo contra los hijos porque ellos no llenan sus expectativas, producto de sus frustraciones personales. “No hacen lo que ellos quisieron ser.” 
  • Esclavitud de los hijos, que son considerados como sirvientes o recurso económico para que los mantengan. Inducción al trabajo infantil, mendicidad o prostitución; privación de la educación.
  • Descalificación, destrucción de la autoestima, bloqueos al desarrollo, para que los hijos no superen a los padres. “No servís para nada, nunca vas a ser como yo.” 
  • Maltrato, abuso sexual o incesto sobre los hijos, como castigo o relacionado con las frustraciones sexuales con su pareja. 
  • La madre recurre al aborto porque pone en riesgo su posicionamiento social o económico. Ni el hombre ni el hijo le conviene a sus intereses.
  • El hombre obliga al aborto porque la relación con la mujer, pone en riesgo su posicionamiento sexual, social o económico No se quieren o pueden casar por apariencias sociales. El aborto es el caso más grave de violencia, contra una criatura indefensa e inocente, con el consentimiento de la madre y (o) del padre. 
  • La cultura del machismo tolera prácticas abusivas en contra de la mujer y los hijos. Mientras que el hembrismo lleva a la hembra a que busque en el macho un posicionamiento económico o social por medio de la oferta sexual. Costumbres anacrónicas. 
No siempre la gente está consciente del daño que provoca su actitud; unas son toleradas por las costumbres. En otros casos si hay mala intención de causar daño o hay pérdida de control de los factores externos. 

La acumulación de piezas de violencia intra familiar puede provocar un estallido violento, como la gota de rebalsa el vaso de agua. Unas familias coexisten con piezas problemáticas sin darse cuenta, hasta que se hartan y estallan. 

La identificación de las piezas presentes en la relación familiar es importante; permite irlos reduciendo a un nivel manejable, para diseñar sobre ellas, estrategias de solución. 

Las secuelas de la violencia son los hogares desintegrados, traumas y vidas destruidas. Niños que sienten que la calle es más segura que la casa. Mareros y criminales, cuya escuela de violencia vino de sus propios padres. 

No es posible conciliar los conflictos familiares, si se mantiene la inmadurez entre los padres. Se trata de superarla, para desarrollar niveles superiores de relación; madurando como hombre y como mujer. Entre personas inmaduras, no hay reconciliación que dure mucho; se recae, vuelven las viejas costumbres En unos casos se tiene que romper con juegos y esquemas tradicionales. 

La pobre concepción de la familia hace que esta sea un experimento peligroso, que puede costarle la vida. La vida familiar y de pareja puede ser muy satisfactoria, combinado a niveles adecuados de autorrealización y madurez.