A. González: La lógica y la psicología


"Si la lógica es algo independiente de la ontología, se podría pensar que de lo que en realidad depende es de la psicología. Para muchos pensadores del siglo XIX, influenciados en buena parte por el desarrollo de la psicología como ciencia, ésta habría de convertirse en algo así como el saber primero, el fundamento de todos los saberes. Si todos los saberes son algo que se da en la conciencia del hombre y la psicología estudia esta conciencia, en cierto modo se puede decir que la psicología funda todas las demás ciencias. En concreto, la lógica, por ser la disciplina que estudia los razonamientos humanos, es decir, algo que se da en la conciencia del hombre, sería una rama de la psicología. Para estos psicologistas “la lógica es una disciplina psicológica, puesto que el conocer sólo se da en la psique y en el pensar que en ella se realiza es un hecho psicológico” (Lipps). 

La postura psicologista tiene el valor de recordar el origen de toda ley lógica en la inteligencia del hombre. La tentación de muchos lógicos modernos ha sido, frente al psicologismo, la de convertir a las leyes lógicas en algo así como ideas celestiales independientes no sólo de la realidad, sino también de la cabeza de los hombres. Y, en realidad, no es así. La lógica estudia algo que sucede en la psique del hombre, y no en un mundo de ideas eternas. Por eso, el origen de las leyes lógicas es algo que puede estudiarse desde el punto de vista de la psicología o incluso desde la fisiología del cerebro humano: las leyes de la lógica han de tener su asiento en determinadas estructuras cerebrales del hombre. Si es idealismo identificar la lógica con la ontología, también es una forma nueva de idealismo el querer convertir las leyes lógicas en leyes ideales, que existirían con independencia de los hombres de carne y hueso que las piensan. El psicologismo puede servir para recordarnos que las leyes de la lógica no son independientes de nuestra actividad intelectiva. 

Ahora bien, el que las leyes sean leyes del pensamiento humano no quita que puedan ser estudiadas con independencia de la psicología o de la fisiología. La psicología nos puede mostrar el modo de pensar de este o aquél otro sujeto, y también cómo su pensamiento puede estar afectado por su realidad psicológica concreta: sus traumas, racionalizaciones, etc. Del mismo modo, la fisiología del cerebro puede demostrar la dependencia del pensamiento lógico respecto a determinadas estructuras cerebrales. Esto, repetimos, es importante y conviene no olvidarlo. Pero lo que sucede es que, además de los estudios psicológicos o fisiológicos, puede haber otros tipos de estudios del pensamiento. La lógica estudia el pensamiento humano, no desde el punto de vista de la ciencia empírica (psicología o fisiología), sino desde el punto de vista meramente formal. Es decir, el pensamiento no se estudia como propiedad de éste o aquél hombre, sino como un conjunto de leyes comunes a todo ser capaz de pensar lógicamente. 

Así, por ejemplo, el hecho de que si A implica B, B implica C, entonces A implica C, es algo que puede ser analizado prescindiendo de que sea algo que sucede en la mente del hombre o en su cerebro. Sucede lo mismo con las leyes de la gramática o de la matemática. El matemático puede estudiar que 2+2=4 prescindiendo de la psicología y de la fisiología, como también el lingüista puede estudiar la estructura de una oración sin tener en cuenta que esa oración es un hecho mental y cerebral. Es decir, el pensamiento humano, aunque no sea en sí mismo algo independiente de las estructuras mentales y cerebrales de los hombres concretos, se puede estudiar de un modo formal, prescindiendo de esas estructuras. No avanzaríamos nada en matemática ni en lingüística si tuviésemos que estar a cada paso recordando que se trata de realidades creadas por el hombre y no de ideas celestiales. Aunque la lógica trate de pensamientos que tienen un origen psicológico y fisiológico, es una disciplina independiente de la psicología por el simple hecho de que el pensamiento humano puede ser analizado de un modo puramente formal, atendiendo a las leyes comunes a toda inteligencia, prescindiendo, aunque sea provisionalmente, de que todo razonamiento puede ser también estudiado desde otros puntos de vista." (pp. 111-112)

González. A. (1989). Introducción a la práctica de la filosofía. El Salvador: UCA Editores.

Comparación entre Weber y Durkheim

 

Durkheim y Weber han sido acreditados como dos de los más grandes sociólogos de la historia, sin embargo, sus metodologías son totalmente opuestas una con otra en diversos aspectos, los cuales algunos de ellos serán abordados en el presente ensayo. Así, en primera instancia contrastaremos las discrepancias de los pensadores en cuanto al carácter científico del conocimiento (I), después sus posturas acerca de los entes cognoscibles por la sociología (II)…

Carácter científico del conocimiento

Durkheim

Para Durkheim, el conocimiento científico debería de ser verificable y objetivo y no debía de estar manchado con la subjetividad del investigador u observador. El investigador debía de estar libre de preconcepciones y prejuicios. También criticaba a sus contemporáneos por tener más exclusividad y empeño en dar conceptos y no en las cosas a estudiar, pues para él el conocimiento debía de ser funcional. Criticó los trabajos de Auguste Comte; los llamó demasiado especulativos y vagos.

Según Durkheim, la sociología para ser científica debía de estar basada en hechos reales, debía estudiar hechos sociales, es decir aspectos de la vida social (como el estado de la economía o la influencia de la religión) que configuran nuestras acciones individuales. Creía que se debía estudiar la vida social con la misma objetividad con que los científicos se ocupan de la naturaleza. Durkheim inclusive llegó a decir: “estudia los hechos sociales como si fueran cosas”. Con ello lo que quería decir era que la vida social podría ser analizada con el mismo rigor que los objetos o acontecimientos de la naturaleza. Además, consideraba que la sociología debía ser una ciencia autónoma. Se basaba en estudios estadísticos y observables.

Weber

Para Weber la sociología es la ciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social para explicarla causalmente en su desarrollo y efectos, entendiendo por acción como una conducta humana en la que el individuo o individuos de la acción la enlacen con un sentido subjetivo. Además para Weber, los prejuicios y preconceptos no eran simplemente un factor imposible de anular en el observador, sino que no tenía sentido anularlo, puesto que el observador selecciona los datos que mejor explican para el y para su cultura y sociedad el fenómeno que está tratando de explicar. Tomaba como base de estudio la acción social, y la misma no puede ser entendida, descrita o analizada sin la referencia de los significados subjetivos. Weber se caracterizaba también por su enfoque teorético del conocimiento. Se basaba en el uso de los tipos ideales para la comprensión del hecho social.

Entes cognoscibles por la sociología

Ambos sociólogos estaban de acuerdo en el estudio de la acción social para el conocimiento sociológico sin embargo, el mismo ente cognoscible, representaba para cada uno de ellos algo distinto…

Durkheim

Para Durkheim, el hecho social era un hecho que iba más allá del individuo, que lo trascendía en tiempo y en número. Era por lo regular anterior al individuo (cultura) y además era colectivo (exterior). Durkheim hablaba incluso de una conciencia colectiva la cual moldea a los individuos.  También pone énfasis en distinguir el propósito individual de la acción y la función social que ésta cumple. En este sentido ha observado que el significado de la acción individual es algo que escapa a quién la ejecuta, que se suma como una fuerza integradora del orden social, una fuerza moral…

Durkheim insiste en el principio según el cuál los fenómenos sociales deben ser estudiados según sus funciones que son específicamente sociológicas y que podrían ser distintas de los propósitos que guiaban a los individuos que las realizasen, merced a lo cuál la función de un hecho social debería siempre buscarse en relación con algún fin social cuya orientación es la de armonizar a la sociedad y la relación de ésta con su medio ambiente.

Weber

Definía el hecho social como toda aquella acción llevada a cabo por un individuo la cual repercute en su entorno social o que está hecha para o dirigida hacia el mismo. Weber se centra en la orientación subjetiva que posee la acción individual y su aporte principal para la comprensión de la acción consiste en ubicar a las pasiones como una variable definida del proceder social. Weber decía que el hecho social estaba dado debido a causalidades culturales, dándole así un papel fundamental a las ideas y valores de los individuos y de la cultura de los mismos.

Opinión

No me parece que haya un sistema más apropiado que otro para estudiar la sociedad, simplemente responden a distintas interrogantes. El sistema de Durkheim aborda al individuo desde la sociedad, como esta restringe su acción mediante la fuerza de la moral y la conciencia colectiva, mientras que la perspectiva weberiana hace lo contrario: aborda a la sociedad desde el individuo, como la cultura de este, sus valores e ideas lo llevan a actuar socialmente. Es por ello que el estudio de Durkheim funciona para la comprensión de la acción social colectiva mientras que el sistema de durkheim funciona para la acción social individual.

E. Campang: Piezas de la violencia familiar


La violencia intrafamiliar es un problema real, cercano a todos; la conocemos en carne propia, familiares, amigos o en las noticias. Las víctimas son muchas y los ganadores ninguno. Es un proceso destructivo que deja secuelas entre quienes no se pueden defender.

La dinámica resulta compleja, como piezas de un rompecabezas. Así que estas son las que he encontrado a lo largo del contacto con la gente, personas que me han confiado sus problemas o relatos presentados en los medios de comunicación. 

Para el lector unas piezas le podrán parecer crudas o sorprendentes, sin embargo al recorrer el bajo mundo de la violencia familiar, se dará cuenta que son reales; y posiblemente falten algunas.

Las noticias no siempre presentan a cabalidad el cuadro de la violencia intra familiar, pasan por alto unas piezas. Al estudiar con cuidado la relación se pueden descubrir detalles importantes, que hacen que el escándalo de la violencia sea solo la pieza final de una serie de agravios. 

No se puede establecer con certeza estadística la frecuencia o combinación de factores. Lo que si es cierto es que se dan. La gravedad del caso depende de la cantidad e interacción entre las piezas.

Estas piezas también pueden producir estallidos de violencia en el ambiente laboral, escolar o social, sin los elementos de la intimidad sexual o familiar.

Las piezas de la violencia intra familiar pueden ser:

  • Relaciones inmaduras, formadas entre machos y hembras, niños y niñas emocionalmente, que responden a impulsos y no a la conciencia, ni sentimientos de amor. Visión infantil o ingenua de la familia, como algo divertido, nada en serio..
  • En parejas integradas precipitadamente por embarazo, deseo de fuga del hogar, los estudios o el trabajo; visión exclusivamente sexual de la relación sin amor ni madurez. Pánico a la soltería. Relación que depende del atractivo físico y la aprobación social. 
  • Poca comprensión del hombre de lo que es la mujer, y de la mujer de lo que es el hombre.
  • Exigencia de mantener de prácticas sexuales inaceptables para uno de la pareja, en formas y frecuencia. Considerar que la pareja es un objeto sexual, sin dignidad ni sentimientos.
  • Egodistonía, pretender amar a quién no se ama de verdad; homosexualidad encubierta; o amor falso por apariencias. Amores prohibidos. 
  • Conflictos en el manejo del dinero, gastos sin control, destino oculto del gasto. Incapacidad productiva; ausencia de prioridades, vivir una vida material alejada de la realidad. Crisis económica, 
  • desempleo, alto costo de la vida. Altos gastos médicos por enfermedades catastróficas o prolongadas. 
  • Insatisfacción de las expectativas de estabilidad económica, irresponsabilidad en el mantenimiento del hogar. Considerar que el cónyuge es una máquina de hacer dinero. Chantaje sexo por dinero. Gasto basura: gasto emotivo o impulsivo, sin relación a la realidad ni a la necesidad, gasto sin límites. 
  • Amenazas económicas en caso de divorcio, disputa por la custodia de los hijos. Alto costo del juicio por la separación. Intervención de abogados. 
  • Alcoholismo, consumo de drogas, conducta inmoral, malos ejemplos. Vicios, adicción a juegos, prostitución. 
  • Demandas sociales, acompañamiento forzado a reuniones incómodas con familiares políticos, amistades desagradables, incompatibilidad en actividades sociales o públicas. 
  • Conflicto moral, cultural, religioso; choque de valores. Descalificación, burla o agresión contra la identidad del cónyuge. Complejo de superioridad, racismo, intolerancia. 
  • Proceso de hostigamiento mutuo, humillaciones públicas, terquedad, oposición sistemática a la opinión de la pareja. Poner en duda la hombría del esposo, descalificación de su virilidad o feminidad como insulto. 
  • Deterioro del ambiente doméstico, suciedad, mala alimentación, desperfectos, falta de colaboración en las tareas del hogar, negligencia. Abandono del cuidado personal, niños descuidados, obesidad o desnutrición. 
  • Impuntualidad, desorden en el manejo del tiempo, falta de consideración de los demás, llegar tarde, dejarlos plantados. 
  • Descarga incontrolada de la cólera por acumulación de desechos mentales y resentimientos provenientes del pasado, trabajo o del medio. Respuesta violenta ante niveles insoportables de hostigamiento. Usar a la familia como inodoro o basurero mental. 
  • Acusaciones falsas o verdaderas contra el esposo en los tribunales, para meterlo a la cárcel, que luego se retiran. Uso de los familiares y la policía para agredir al cónyuge. 
  • Restricción de los espacios privados individuales dentro del hogar. Creer que su pareja es una sombra, que pierde su individualidad en la casa. Eso puede llevar a la fuga al trabajo, la cantina, los estadios o actividades fuera de la casa, como espacios alternos para recuperar el Yo prohibido en casa. 
  • Ambiente de susceptibilidad aguda, toda mirada, palabra o gesto, es considerado como hostil, y motivo de discusión o riña. Tener la piel demasiado delgada, desconfianza severa de los móviles del (la) otro(a); todo se supone que es con mala intención. Pérdida del sentido del humor, enojo permanente. 
  • Negativismo, obsesión por encontrar defectos, exceso de críticas y regaños, ambiente de recriminación permanente. 
  • Malos ejemplos no superados de los padres de la pareja, que se repiten. Lecciones no aprendidas del pasado. Repetición generacional de la violencia y abuso. 
  • Celos por falta de comunicación transparente, inseguridad en el afecto, temores de infidelidad. Juegos infantiles de competencia entre la pareja. Usar la infidelidad como castigo, para herir. Desconfianza total en la palabra empeñada. 
  • Agotamiento de la relación, aburrimiento, carencia de motivaciones para seguir juntos, pérdida de interés. 
  • Sentimiento de tiempo perdido por mantener una relación insatisfactoria y problemática. Opción a otras oportunidades de recuperar ese tiempo. Deseo de estar solo y reconstruir la vida.
  • Heridas al orgullo al ver que su pareja se interesa por otra persona. Celos y ofuscación de ver a su pareja con otro u otra. Descubrimiento in fraganti de la pareja con un o una amante.
  • No aceptación de la responsabilidad en el fracaso de la relación, todo es culpa de la otra persona. 
  • Codependencia, temor patológico a perder la pareja. Incapacidad de vivir solo(a). Terquedad de mantener la relación a pesar del daño que se causan entre ellos. No aceptar la separación bajo ninguna circunstancia. 
  • Obligatoriedad de mantener la relación, por la prohibición del divorcio, incapacidad de salir de una relación problemática por la indisolubilidad del matrimonio religioso. 
  • Presión social que ve mal a las parejas separadas. Temor a “que dirán”. Conservación de una imagen social de “pareja y familia perfecta....” a cualquier precio. 
  • Juegos psicológicos, trampas, engaños, actitudes infantiles, competencias, unas aprendidas en telenovelas o programas de televisión. Convertir al hogar en un espectáculo público donde todos pueden opinar, las decisiones se toman por los aplausos o chiflidos de la audiencia. Sustituir el diálogo privado por un show abierto. Exceso de opiniones de familiares, amigos o curiosos. 
  • Atacar a la pareja por sus familiares, amigos, relaciones del pasado antes de conocerse, celos. No aceptar el pasado del otro, aunque este ya no influya sobre la relación actual. No respetar el límite del pasado y el presente. Recriminaciones sobre ello. 
  • Juego de victimización; hacerse la sufrida(o) y exagerar la maldad del villano, búsqueda de un salvador. Violencia provocada para causar lástima. Presentación de una imagen tergiversada del conflicto. 
  • Crueldad y perversión en hacer el mal sin medir las consecuencias. Sadismo, venganza, destructividad., lesiones graves. Tormento. Placer por destruir a la pareja o hijos. 
  • Chantaje emocional con los hijos, usarlos como escudo en las riñas; amenaza de escándalo, bochorno, contárselo al jefe, al trabajo, a los amigos. 
  • Sensación de desesperación al estar encerrado en una jaula con el enemigo, sin poder escapar, y la única solución que le queda es matar, matarse o ambas.

En los casos de violencia contra los hijos se pueden presentar las siguientes situaciones: 
  • No soportar el ruido, desorden, juegos de los niños, castigos violentos para disciplinarlos, uso excesivo de fuerza. Destinatarios del desahogo emocional. 
  • Responsabilizar a los hijos por la mala condición económica o por la mala relación con su pareja. 
  • Comparaciones molestas entre hermanos, rivalidad. Riñas entre hermanos para obtener la atención de los padres. Celos por las preferencias de la madre por determinado hijo, o del padre por una hija. 
  • Rivalidad madre – hija. “No pueden haber dos reinas en el mismo panal de abejas”. Rivalidad padre – hijo. “No pueden haber dos gallos en el mismo gallinero”. 
  • En hogares hacinados, sin privacidad, consideran a los hijos como un estorbo a la sexualidad de los padres, los mandan a la calle, son agredidos o desterrados de la casa. 
  • El macho ataca a los hijos porque la madre lo rechaza sexualmente mientras los cría. Conducta común de los osos.
  • La hembra abandona, arremete, o mata a los hijos porque los hace responsables de la pérdida de su pareja. Le es más importante el posicionamiento de ser esposa de…. que ser madre de….
  • Enojo contra los hijos porque ellos no llenan sus expectativas, producto de sus frustraciones personales. “No hacen lo que ellos quisieron ser.” 
  • Esclavitud de los hijos, que son considerados como sirvientes o recurso económico para que los mantengan. Inducción al trabajo infantil, mendicidad o prostitución; privación de la educación.
  • Descalificación, destrucción de la autoestima, bloqueos al desarrollo, para que los hijos no superen a los padres. “No servís para nada, nunca vas a ser como yo.” 
  • Maltrato, abuso sexual o incesto sobre los hijos, como castigo o relacionado con las frustraciones sexuales con su pareja. 
  • La madre recurre al aborto porque pone en riesgo su posicionamiento social o económico. Ni el hombre ni el hijo le conviene a sus intereses.
  • El hombre obliga al aborto porque la relación con la mujer, pone en riesgo su posicionamiento sexual, social o económico No se quieren o pueden casar por apariencias sociales. El aborto es el caso más grave de violencia, contra una criatura indefensa e inocente, con el consentimiento de la madre y (o) del padre. 
  • La cultura del machismo tolera prácticas abusivas en contra de la mujer y los hijos. Mientras que el hembrismo lleva a la hembra a que busque en el macho un posicionamiento económico o social por medio de la oferta sexual. Costumbres anacrónicas. 
No siempre la gente está consciente del daño que provoca su actitud; unas son toleradas por las costumbres. En otros casos si hay mala intención de causar daño o hay pérdida de control de los factores externos. 

La acumulación de piezas de violencia intra familiar puede provocar un estallido violento, como la gota de rebalsa el vaso de agua. Unas familias coexisten con piezas problemáticas sin darse cuenta, hasta que se hartan y estallan. 

La identificación de las piezas presentes en la relación familiar es importante; permite irlos reduciendo a un nivel manejable, para diseñar sobre ellas, estrategias de solución. 

Las secuelas de la violencia son los hogares desintegrados, traumas y vidas destruidas. Niños que sienten que la calle es más segura que la casa. Mareros y criminales, cuya escuela de violencia vino de sus propios padres. 

No es posible conciliar los conflictos familiares, si se mantiene la inmadurez entre los padres. Se trata de superarla, para desarrollar niveles superiores de relación; madurando como hombre y como mujer. Entre personas inmaduras, no hay reconciliación que dure mucho; se recae, vuelven las viejas costumbres En unos casos se tiene que romper con juegos y esquemas tradicionales. 

La pobre concepción de la familia hace que esta sea un experimento peligroso, que puede costarle la vida. La vida familiar y de pareja puede ser muy satisfactoria, combinado a niveles adecuados de autorrealización y madurez.

Apuntes y síntesis de "La Represión" (1915) de Sigmund Freud


En "La Represión", Sigmund Freud, destaca en este mecanismo de defensa su carácter frustráneo, es decir, el hecho de que esta siempre falla, nunca consigue del todo su objetivo de mantener un material pulsional, mnémico o fantaseado, alejado de la consciencia. 
  • La represión es una resistencia que aspira a despojar de su eficacia al instinto (pulsión). 
  • El yo no puede huir del instinto, pues es interno, por lo que lo "enjuicia" y "condena". 
  • La represión es una noción intermedia entre la fuga y la condena. 
  • Es cierto proceso por el cual la gratificación (placer) producto de una satisfacción queda transformada en displacer en mayor medida que el placer (el motivo del displacer > el motivo de placer).
  • La esencia de la represión consiste exclusivamente en rechazar y mantener alejados de lo consciente a determinados elementos. 
  • Antes de la represión rigen los restantes destinos de los instintos (sublimación, transformación en lo contrario, etc.).
  • La represión se da en diferentes niveles o etapas:
    • Represión primitiva: negación del acceso a la conciencia a la representación psíquica del instinto, la cual no desaparece y queda sin cambio: solamente se le niega acceso a la consciencia. 
    • Represión secundaria: esta es la represión propiamente dicha. Consiste en impedir la emergencia de ideas o ramificaciones psíquicas asociadas a la representación reprimida (en la represión primaria). 
    • La represión no impide la representación en el sistema inconsciente ni impide que crezca. Lo reprimido es como un árbol que crece en la sombra. Cuando las ramificaciones se alejan del nodo reprimido (represión primaria) logran acceso a la consciencia. La represión es un proceso individual con cada ramificación. Es un proceso (barrera) móvil.  
  • La neurosis proviene de represiones fracasadas, o bien, podría llamárseles ramificaciones intrusivas (que luego son sustituidas por el síntoma). Los mecanismos de defensa toman lugar haciendo que estas ramificaciones secundarias se satisfagan de forma distorsionada. Este es el proceso caracaterístico de las psiconeurosis. 
    • En la histeria de angustia (neurosis fóbica), la angustia equivale a una "fuga" interna, ante un objeto que -por desplazamiento- sirve para  representar lo reprimido. El mecanismo en ester caso es el desplazamiento. 
    • En la histeria de conversión la sustitución se da por inervación sensorial o motora y tiene efecto en una parte de la representación misma del instinto, la cual ha atraído y condensado todo esa carga. El mecanismo en este caso es la conversión histérica.  
    • La neurosis obsesiva se da que una ambivalencia que incluye un impulso sádico se sustituya o se modifique por un yo escrupuloso; el afecto de ira se transforma en autoreproches; la representación reprimida se transforma en elementos "nimios e indiferentes", de ahí la obsesión quisquillosa con pequeños detalles absurdos de la vida cotidiana. El mecanismo en este caso es la formación reactiva. 

Referencias

Freud, Sigmund. (2006). El malestar en la cultura y otros ensayos. México: Alianza Editorial. 

Síntesis de "Duelo y Melancolía" (1915) de Sigmund Freud


En "Duelo y Melancolía" (1915), Freud expone la diferencia fundamental entre el duelo normal y patológico, es decir la melancolía: la disminución de la propia estima (el yo se agrede, se critica, se humilla con amargos reproches). Esta asunción se deriva de las siguientes observaciones y consideraciones:
  • En el duelo el examen de realidad ha mostrado la pérdida del objeto, por lo cual surge una dolorosa resistencia a abandonar al objeto que es fuente de satisfacción. En la melancolía, en cambio, no es claro lo que el sujeto pierde, o lo que pierde en el objeto, por lo cual la melancolía se relacionará con una pérdida de un objeto psíquico. 
  • En el duelo el mundo aparece como desierto. En la melancolía el yo se ha empobrecido, atribuyéndose exageradamente ciertos defectos y rebajándose. Parece que el melancólico ha perdido el amor propio y por ende algo en el propio yo. 
  • Cuando el sujeto se agrede con reproches y autocrítica, estas agresiones parecen inadecuadas, sin embargo con pequeñas modificaciones pueden adaptarse a otra persona que fue amada. Se puede decir que "sus lamentos son acusaciones". 
  • Es por ello que la clave del cuadro clínico es distinguir los autorreproches como reproches hacia otra persona u objeto amado. Esto se da como una intensificación de una ambivalencia preexistente. Una parte del yo se torna sádica y se descarga con otra parte que se identifica con el objeto amado. Este sadismo aclara el suicidio. 
  • Las tachas que el yo se hace a sí mismo son más de carácter moral, es decir son acusaciones que ocasionan un sentimiento de culpabilidad. El yo se torna sádico consigo mismo. Una parte retrocede hasta la identificación y otra hasta la fase sádica. 

La melancolía se transforma en manía en algunos casos:
  • Se tiene la impresión de que el contenido es idéntico en la manía y en la melancolía. 
  • Ambas lucharían con el mismo complejo que sojuzga al yo en la melancolía y queda sometido en la manía. 
  • El maníaco nos evidencia su emancipación del objeto que le hizo sufrir. 

Referencias

Freud, S. (2006). El malestar en la cultura y otros ensayos. Madrid: Alianza Editorial.

Matrimonio: Crisis, adaptación y fidelidad


"El amor verdadero nace poco a poco, crece pausadamente y a golpes de crisis a lo largo del camino recorrido a la par. El matrimonio no es un certificado de amor, sino el compromiso de amarse, el intento perennemente renovado de un ser imperfecto, débil y limitado por adaptarse a otro al que también descubre imperfecto, débil y limitado. Las bodas no son el puerto de atraque del amor, sino el de partida, el ingreso en la "escuela del amor"(...). 

El amor nace y se nutre en el paso monótono y grisáceo de los días, de las desilusiones más que de las ilusiones, de la caída de los mitos que el enamoramiento había erigido, de la demolición dolorosa y prolongada de los egoísmos personales, de las tentaciones vencidas, de los perdones recíprocos, del ritmo y declive de la sexualidad, de las ansias, gozos y dolores de dos existencias que tratan de fundirse sin confundirse, ni anularse. Dos vidas, dos personalidades en continuo movimiento, en constante variación en virtud del avance de la edad, de las experiencias acumuladas, de los avatares laborales, de las enfermedades, de las nuevas relaciones de paternidad y maternidad. (...)

Amar es por tanto, adaptarse: la adaptación incesante de dos seres. El matrimonio consiste en un viaje conjunto, en el que cada etapa es diferente a la anterior, de tal forma que la unión ha de renovarse, renacer a cada instante. No, no se ama de una vez y para siempre: se comienza a amar cada día. El nacimiento de los hijos, por ejemplo, crea una situación nueva, transforma el núcleo del amor agregándole las relaciones de maternidad y paternidad. El amor de los novios no es igual que el de los recién casados, y este debe dar paso poco a poco a otro género de amor, más maduro y sólido. En definitiva, la fidelidad no es rigidez, ni la continua remisión a un estado inicial de enamoramiento entusiasta, y fuertemente emotivo, más o menos realista o imaginario. No, la fidelidad consiste en esa renovación incesante, en esa adecuación incansable, enjundia de una vida en común. Por este motivo los esposos tipo "eternos novios" resultan ridículos, auténticos enanos o subdesarrollados en el amor. O el amor se inventa cada día, o se incinera en ritos sin ningún significado" (Torelló, 2008, pp. 211-212).

Bibliografía

Torelló, J. (2008). Psicología y vida espiritual. Madrid: Rialp. 

Diferentes tipos de matrimonio infeliz


"La obra de Fritz Künkel es ejemplar. Habla de diferentes formas de matrimonio infeliz: 
  • La de las "comunidades aparentes" donde la felicidad de una y otra parte se hacen consistir en la confirmación del propio egotismo que un cónyuge recibe del otro. 
  • La del "matrimonio tiránico" donde uno de los cónyuges es activo y el otro un pasivo que se satisfacen recíprocamente. 
  • La de los "artistas" cuyo tratado de amor se resume en la frase "yo te amo porque crees en mí, porque necesito que alguien me demuestre incesantemente con su fe cuánto valgo".
  • Aquella en que la infelicidad siempre se considera culpa del otro, o bien del "destino" o de las circunstancias, por lo que nada puede hacerse para resolver la tensión permanentemente, lo cual impele una y otra vez a la decisión de separarse; sin embargo, cuando el vínculo está a punto de romperse se reconcilian para comenzar de nuevo a atormentarse, como si estuvieran atados a una cinta de goma... 
Pues bien, Künkel demuestra que todas estas formas de parejas infelices se deben al egocentrismo de los cónyuges, los cuales entreviendo que la solución está en el propio entregamiento, no se deciden. Lo que toda persona querría esquivar -concluye Künkel- es el proceso de liquidación que exige el matrimonio, porque intuye la alternativa que presagia tal liquidación: o renunciar al propio yo, o sufrir y más sufrir" (Torelló, 2008, p. 220).

Bibliografía

Torelló, J. (2008). Psicología y vida espiritual. Madrid: Rialp. 

Qué es la autorregulación


V. Van Gogh, El sembrador. 

Hay varias formas de definir la autorregulación. Una de ellas es la de Schunk (1997): un conjunto de pensamientos, sentimientos y conductas originados por los individuos y que están orientados sistemáticamente a la consecución de sus metas. También podemos formular su definición como: regulación voluntaria de los procesos mentales y conductuales, la cual orienta hacia un fin buscado.

Hablando en el sentido del autocontrol de las emociones, la autorregulación es un concepto que va muy de la mano con la mencionada teoría de la inteligencia emocional. Es por ello, que en el presente ensayo, utilizaremos el anterior concepto de autorregulación para luego mencionar la importancia y algunos de los beneficios que tiene la autorregulación junto con la inteligencia emocional y cómo estas se nos presentan como fundamentales para la persecución y alcance de las metas en nuestras vidas. También, abordaremos el cómo se lleva a cabo la autorregulación dentro de la inteligencia emocional, cómo la influye. El presente ensayo trata de la autorregulación y más específicamente de la autorregulación emocional…

La inteligencia emocional

Es cierto que la capacidad del intelecto no es suficiente para conseguir el éxito en la vida. Según la teoría de la inteligencia emocional, aparte de factores extrínsecos a la persona (suerte, oportunidades, etc.), lo que más influye en su eficacia para alcanzar sus propias metas es la propia capacidad para comprender y controlar sus emociones y reconocer las emociones en las demás personas, es decir para adaptarse emocionalmente a su entorno y para incrementar la eficiencia de su esfuerzo mediante la supresión de emociones y reacciones indeseados (Goleman, 1995). La buena inteligencia emocional consiste en ser más activo que reactivo, más controlado que impulsivo, más autorregulado en pocas palabras… 

Beneficios de la inteligencia emocional

Según la teoría, las personas que poseen una buena inteligencia emocional son más hábiles para responder y pensar fríamente en situaciones de crisis, son capaces de sobreponerse a las derrotas, son más eficientes para las relaciones sociales, tienen mejores y más estables relaciones de pareja, inclusive llegan a tener una vida más saludable (Märtin & Boeck, 1997).

La autorregulación: camino a la inteligencia emocional

Ahora que ha sido expuesto el concepto de inteligencia emocional y los beneficios que esta puede ofrecernos, cabrá preguntarnos ¿De qué forma la autorregulación influye en la inteligencia emocional?

Uno de los conceptos de empalme entre la autorregulación y la inteligencia emocional es el de los modelos de autorregulación emocional, los cuales se entienden como el manejo y direccionalidad para buscar las emociones agradables y evitar las situaciones que causen emociones desagradables. 

Los siguientes son algunos modelos de autorregulación emocional los cuales son parte de la inteligencia emocional (Madrid, 2000):

Modelos de Bonnano
  • Regulación de control: se refiere a comportamientos automáticos e instrumentales dirigidos a la inmediata regulación de respuestas emocionales que ya habían sido instigadas. Dentro de esta categoría se incluyen los siguientes mecanismos: disociación emocional, supresión emocional, expresión emocional y la risa.
  • Regulación anticipatoria: si el equilibrio está satisfecho por el momento, el siguiente paso es anticipar los futuros desafíos, las necesidades de control que se puedan presentar. Dentro de esta categoría se utilizarían los siguientes mecanismos: expresión emocional, la risa, evitar o buscar personas, sitios o situaciones, adquirir nuevas habilidades, revaloración, escribir o hablar acerca de sucesos angustiosos. 
  • Regulación exploratoria: en el caso que no tengamos necesidades inmediatas o pendientes podemos involucrarnos en actividades exploratorias que nos permitan adquirir nuevas habilidades o recursos para mantener nuestro equilibrio emocional. Algunas de estas actividades pueden ser: entretenimiento, actividades, escribir sobre emociones. 

Modelos de Higgins, Grant y Shah
  • Anticipación regulatoria: basándose en la experiencia previa, la gente puede anticipar el placer o malestar futuro. De esta forma, imaginar un suceso placentero futuro producirá una motivación de acercamiento, mientras que imaginar un malestar futuro producirá una motivación de evitación.
  • Referencia regulatoria: ante una misma situación, se puede adoptar un punto de referencia positivo o negativo. Por ejemplo, si dos personas desean casarse, una de ella puede anticipar el placer que significaría estar casados, mientras que la otra persona podría imaginar el malestar que les produciría no casarse. Por tanto la motivación sería la misma, pero una de ellas estaría movida por un punto de referencia positivo y la otra por un punto de vista negativo.
  • Enfoque regulatorio: los autores hacen una distinción entre un enfoque de promoción y un enfoque de prevención. Por tanto se distingue entre dos diferentes tipos de estados finales deseados: aspiraciones y autorrealizaciones (promoción) vs. responsabilidades y seguridades (prevención).


Bibliografía


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Märtin, D. y Boeck, K. (1997). Qué es inteligencia emocional. Madrid: Edaf.

Schunk, D. (1997). Teorías del aprendizaje. (2ª. ed.). México: Pearson Educación.