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K. Jaspers: "Comprender es esclarecer y poner en evidencia"


"La psicología comprensiva tiene en su procedimiento una duplicidad singular. Puede aparecer a menudo como maligna al poner en evidencia engaños, y puede en cambio aparecer generosa en al afirmación por el esclarecimiento de un algo esencial. Ambas cosas le corresponden. En el impulso de hecho aparece a menudo la parte maligna. Escépticamente u odiando, se piensa constantemente sólo en "descubrir algún secreto". La verdad de esta comprensión quiere ser una penetración en la inverosimilitud universal. Las oposiciones sólo son utilizadas en la maligna psicología de la oposición, para cambiar todo lo que hace un hombre, lo que dice, lo que quiere, en lo contrario del fenómeno como su motivo verdadero. La interpretación de los símbolos sirve así para buscar el sentido de todo impulso en vulgaridades inconscientes reprimidas. La psicología del estar-en-el-mundo hace al individuo estrecho y limitado en su mundo, del que no conoce una salida para esa psicología. La psicología del instinto pone en evidencia todos los instintos superiores como fenómenos más elementales, que sólo se ocultan en ellos. El que comprende cae frente a sí mismo en desesperación, "falso ante ti mismo entre cien espejos" -parece hallar en sí la nada-. contra todo eso, va la comprensión esclarecedora en una actitud básica afirmativa. Va amorosamente a la esencia, actualiza, ahonda su visión, ve crecer lo existente substancial ante sus ojos. La psicología "que pone en evidencia" es el purgatorio ineludible en donde el hombre tiene que probarse y conservarse, purificarse y transformarse. la psicología esclarecedora es el espejo en donde es posible la conciencia afirmativa de sí mismo y la visión amorosa de la realidad extraña" (Jaspers, 2006, pp. 402-403).


Bibliografía: 

Jaspers, K. (2006). Psicopatología general. México: FCE.

Cómo ser un mejor lector de mentes

Por PT staff, publicado en septiembre de 2007



Conozca a la otra persona. "Nuestra precisión empática mejora según lo bien que conocemos a nuestro interlocutor", dice William Ickes. "Si usted interactúa con alguien durante el curso de por lo menos un mes, usted será mucho más capaz de leer sus pensamientos y sentimientos". Este "efecto convivencia" se da en dos vías: Primero, después de observar a nuestros acompañantes a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones, nos volvemos más hábiles para interpretar sus palabras y acciones; y segundo, conocemos más sobre lo que ocurre en sus vidas y podemos utilizar ese conocimiento para entender las señales que nos dan en un contexto más amplio.   

Pida retrolimentación. Estudios demuestran que podemos mejorar nuestra precisión empática indagando si nuestras conjeturas dan en el blanco. "Usted puede solicitar retroalimentación de las personas diciendo cosas como, 'Eso suena como que lo que estoy escuchando es que usted está enojado, ¿es eso correcto?'", sugiere Sarah Hodges. 

Preste atención a la parte superior de la cara. Las "emociones sociales" falsas tienden a expresarse en la parte inferior de la cara, mientras que las "emociones primarias" se escapan por la parte superior de la cara, más que todo alrededor de los ojos, según Calin Prodan, un profesor de neurología de la Universidad del Centro de Ciencias de la Salud de Oklahoma.

Sea expresivo. La expresividad emocional es reciproca; respondemos a las autorevelaciones de los demás con efusividad de nosotros mismos. "Pienso en eso como en un "sonar emocional -todos andamos por ahí resonando en otras personas, y obteniendo información de regreso", dice Ross Buck. "Si usted envía sonidos más fuertes o más frecuentes, obtendrá más de regreso". 

Relájese. Los interlocutores se sintonizan en la postura y en la respiración del otro, dice Lavinia Plonka, autora de Walking Your Talk. Si usted está tenso, su amigo podría reflejarlo inconscientemente cruzando tensamente los brazos y volviéndose más inhibido -y así más difícil de leer. Tome un respiro profundo, sonría y trate de proyectar apertura y receptividad con quien sea que usted esté.