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K. Lorenz: Eliminar el desagrado elimina el disfrute


"El progreso tecnológico y farmacológico origina una creciente intolerancia contra todo cuanto ocasione el menor desagrado. Con ello desaparece la capacidad humana para el disfrute, que sólo es posible después de haberse superado con esfuerzo los impedimentos. El movimiento ondulatorio natural de los contrastes entre pesar y alegría decrece en oscilaciones imperceptibles hasta ocasionar un indecible aburrimiento."

Konrad Lorenz. Los ocho pecados mortales de la humanidad civilizada.

R. Chemama: El sujeto depresivo muestra una renuncia radical al deseo


En el sujeto depresivo "lo que predomina no es un síntoma como expresión de un deseo reprimido. Su tristeza corresponde más bien a una renuncia radical al deseo. Pero ¿cómo se presenta esta renuncia? Podríamos decir que con frecuencia el sujeto depresivo denuncia la vanidad de los bienes comúnmente buscados. 

Esto, después de todo, no necesariamente carece de pertinencia. Sabemos que la búsqueda de la satisfacción, la búsqueda del goce, conduce muchas veces a nuestros contemporáneos -y a nosotros mismos también- a buscar placeres muy nimios o molestos. En este sentido hay una verdad en la posición del sujeto depresivo. Dicha verdad atestigua una parte de nuestra realidad. El problema, sin embargo, es que son todos los bienes, es todo lo que se podría desear lo que se le presenta despojado de todo interés . Y él mismo se juzga poco interesante, malo, inútil, vacío... muerto" (Chemama, 2007, p. 68). 


Bibliografía:

Chemama, R. (2007). Depresión: La gran neurosis contemporánea. Argentina: Nueva Visión.